Llevo alrededor de 60 horas jugadas del nuevo Pokémon: Let’s Go Eevee, el primer juego de la franquicia para la Nintendo Switch, y llegó la hora de la verdad. Como un aficionado a la franquicia que vio nacer al primer monstruo de bolsillo allá por 1998 con los originales Pokémon Blue y Pokémon Red para la primera Game Boy, me saltaba la curiosidad por ver lo que significaba este cambio a la génesis principal de estas entregas. Porque más allá de que existan varios spin-off de la franquicia, tales como Pokémon Mundo Misterioso o Pokémon Ranger, ninguno de ellos buscaba acercarse a la saga principal pero innovando en una gran medida. Esto se da fundamentalmente porque estos Pokémon Let’s Go son remakes del mítico Pokémon Amarillo (1998), el cual era una variación de los originales en la historia, pero manteniendo las mismas mecánicas de juego. La diferencia esta vez es que Gamefreak ha decidido apostar a un público diferente con esta primera incursión en la nueva consola de Nintendo, y hablo evidentemente de Pokémon Go.
Lo de Niantic ha creado una base de público tan grande que era obvio que en algún momento iba a tener repercusiones, es por eso que este experimento previo al estreno de la octava generación era la oportunidad de probar cosas realmente nuevas. Por más que las megaevoluciones hayan aportado lo suyo, el día de hoy estamos ante posiblemente la evolución más grande que hayamos visto en la franquicia en el último tiempo. ¿Es perfecto? Ni por si acaso. Pero sus bondades son suficientes como para hablar un éxito, pensando especialmente en el futuro.
Pikachu o Eevee, más que simples compañeros de aventuras
Lo primero que identifica a este remake es que, a diferencia del resto de juegos clásicos, acá no tendremos un trío inicial de Pokémon para elegir en el comienzo de nuestra aventura. En el Pokémon Amarillo tu compañero era Pikachu, y esta vez tenemos la opción de comprar la versión Pikachu o Eevee, algo lógico por la popularidad que presentan ambas opciones. Este compañero, tal como en la serie, no le gustan las Poké Ball, ni evolucionar, por lo que irá sobre tu hombro en todo momento (exceptuando los primeros minutos). Pero ese es sólo el comienzo, porque la relación de amistad entre tú y tu Pokémon se vuelve especial a punta de detalles. En el menú principal del juego nuestro Pokémon está siempre reaccionando a lo que está pasando a su alrededor y nos dice cómo se siente, o en qué está pensando. Desde ahí podemos acariciarlo, jugar con el o molestarlo, incluso cambiarle la ropa, aumentando así la amistad. Aunque parezca sólo un intento de que sientas que tienes una mascota virtual, si mantienes buena amistad tiene efectos inmediatos sobre los combates. Puede que tu Pokémon evite ataques porque sí, o que des golpes críticos de manera más frecuente, y hasta curarte de cualquier condición especial, simplemente por estar “feliz”. También ocurre que las llamadas MO o técnicas secretas ahora no son ataques que debas enseñarle a alguno de tus Pokémon, será tu compañero el que las aprenda todas, y sin necesitar que debas borrar sus otros ataques.
Eso, sumado a que ya sea Pikachu o Eevee tienen IV perfectos al comenzar la aventura, los hará muy capaces de enfrentarse a cualquier entrenador o gimnasio a lo largo de la historia. Y sí, a los que preguntaban, los combates con entrenadores son igual que siempre, con cuatro ataques posibles y funcionando por turnos. Estas novedades podrían comprometer la dificultad, volviéndolo demasiado sencillo, lo que sí ocurre durante la primera mitad del juego, pero desde la segunda el nivel de tus rivales aumenta considerablemente, y es probable que comiences a usar más al resto de tu equipo para los combates, más aún porque el repartir experiencia lo tienes desde el principio y no es difícil mantener a tu equipo en un nivel competitivo (lo que no me molesta para nada).
Pero tu compañero inicial no es el único Pokémon que puede acompañarte fuera de la Poké Ball, y acá viene una de las cosas más llamativas de este juego. Puedes elegir a un segundo acompañante para que camine detrás de ti, y eso incluye a la mayoría de las 151 especies disponibles. Sean pequeños Rattata, gigantescos Onix, o legendarios como Mewtwo, y todas sus animaciones son fantásticas. Te aseguro que no sabías como se movían muchos de ellos, volviendo las caminatas demasiado amigables. Lo más genial de eso es que al usar técnicas secretas como Surca Aguas puedes montarte sobre algunas especies para nadar y cabalgar, o también puedes volar por sobre sobre todas las ciudades si tienes un Charizard o Dragonite (luego de pasar la Liga). Además, al caminar por ciertos lugares puede que tus Pokémon reaccionen con su entorno y recojan objetos. Así da gusto recorrer Kanto.
Un bienvenido adiós a los combates aleatorios
Uno de los principales cambios de este juego es que se acabó lo de enfrentarte a lo desconocido y posiblemente el abusivo uso de repelentes por parte de algunos. Tal como pasa con Pokémon Go, ahora podemos elegir contra qué Pokémon enfrentarnos, porque todo está presente en la pantalla. Y mejor aún, cada Pokémon se mueve libremente por el escenario, sea hierva, agua o por los cielos. Además de las geniales animaciones mencionadas anteriormente, el punto aquí es que por primera vez logras sentirte parte de un mundo con vida, donde no es necesario moverse para que pasen cosas a tu alrededor. Cada Pokémon tiene su propio patrón de comportamiento, y uno muy bien cuidado, permitiendo diferenciarlos a todos de una manera realista, al menos comparado con lo que habíamos visto antes. Como el mundo es completamente en 3D se permite que esto funcione, bondades donde la potencia de la Switch hace una pega importante. Sobre lo ese apartado visual, el juego es colorido, hay efectos de iluminación que lucen bien en ciertos escenarios, y alcanza buena resolución, especialmente si se juega conectado a un televisor, aunque igual da la sensación de que está lejos de sacarle el potencial a un hardware que debería poder sorprender mucho más.
Pero como dice el título, no se trata solamente de una despedida de los repelentes (aunque aún existen en el juego), si no que el cambio más polémico es sin dudas está relacionado con el tema de los combates con Pokémon salvajes, ya que no hay combates en lo absoluto. Y sobre ello puedo adelantar que, pese a mis dudas iniciales, no resultó tan malo como parecía.
La captura lo es todo
La influencia de Pokémon Go en la importancia del capturar cobra relevancia al eliminar los combates y obligarte a capturar simplemente tirando la Poké Ball y apoyándote con Bayas. No es que sea completamente nuevo, de hecho, la zona Safari presente en juegos como los Rubí y Zafiro ya funcionaban así, pero aquí es donde las posibilidades de la Nintendo Switch permiten dar un nuevo aire a las capturas, y es debido al rol del jugador al lanzar la Poké Ball gracias a los sensores de movimiento de los mandos. Así las capturas ya no se trata de una estrategia, ahora prima la habilidad de cada uno enfrentada a distintas variables que ocurren en tiempo real. Cada Pokémon tiene una animación propia sobre el enfrentamiento, algunos se mueven hacia los lados, saltan, golpean, etc. Muy similar a lo visto en Pokémon Go, y eso significa que te obliga a tener que calcular de manera distinta cada lanzamiento. Debes estudiar su patrón de comportamiento antes de lanzar, o te arriesgas a perder muchas Poké Ball, especialmente con ciertas especies.
Además, si no lo haces rápido o si pierdes tus lanzamientos te arriesgas a que el Pokémon huya, por lo que ya no se trata de comprar 100 Poké Balls y tomarse todo el tiempo del mundo para asegurar una captura. Aparte de esto, eliminar los combates con Pokémon salvajes significa que ya no puedes entrenar a tus Pokémon debilitando todo lo que pase por tu camino, pero eso se reemplaza por la captura misma. La cantidad de experiencia que recibes por cada lanzamiento preciso (un lanzamiento puede ser excelente, genial, bueno o regular) es altísima. Si ese Pokémon no lo tenías registrado antes en la Pokédex aún más, y no exagero al decir que los combates contra otros entrenadores dan mucha menos experiencia que las capturas.
¿Y qué pasa con los IV, EV, huevos y las naturalezas? Pues acá también tenemos grandes cambios, y todos están relacionados con las capturas. Al igual que en original Pokémon Amarillo, aquí no hay huevos, por lo que no hay forma de criar Pokémon y heredar sus IV o naturalezas. Para los más competitivos, esto era un punto fundamental de la franquicia, y para solucionarlo Gamefreak decidió simplificar bastante las cosas. En primer lugar, ya no existen los EV (puntos de esfuerzo) propiamente tal, estos han sido reemplazados por caramelos. A simple vista parece similar a lo de Pokémon Go, ya que cada vez que capturas un Pokémon puede dejarte caramelos, hay de distintos tipos y si la captura es precisa obtendrás más. Pero a diferencia de lo de Niantic, acá los caramelos no sirven para evolucionar, si no que te permiten aumentar sus estadísticas de manera inmediata y de forma permanente. Son básicamente EV, pero con la ventaja de que puedes elegir darle ese caramelo al Pokémon que desees, ya no tienes esa tarea tediosa de debilitar a 200 Pidgey de manera consecutiva para mejorar a tu Pokémon. Y más encima aumentaron el límite de 510 puntos máximos que debías repartir entre sus estadísticas, ahora puedes aumentar 200 por cada una de ellas. O sea, podemos mejorar hasta en 1000 puntos adicionales de estadística en cada Pokémon, lo que le quita algo de estrategia al asunto, pero permitiendo criaturas increíblemente poderosas.
Sobre las naturalezas la cosa es aún más fácil ahora, ya que puedes pagarle $10.000 a una adivina dentro del juego y con eso podrás elegir la naturaleza que tendrán todos los Pokémon que captures durante el día. El tema de los IV (valores individuales) también vuelven con novedades, y se llaman Rachas, lo que paso a explicar a continuación.
Las rachas vuelven más recargadas que nunca
Si la memoria no me falla, las rachas se implementaron por primera vez en el remake del Pokémon Rubí y Zafiro para la Nintendo 3DS. Pues ahora están de regreso, y vaya regreso. Para los que no entiendan en qué consiste, una racha se obtiene al capturar un mismo Pokémon de manera consecutiva, sin capturar otra especie de por medio. Antiguamente este método se usó para conseguir Pokémon con mejores IV y con mejores posibilidades de que sean variocolor (shiny), y ahora eso se repite, pero de manera aún más fuerte. Cuando obtienes una racha de 31 Pokémon capturados de manera consecutiva, sin que uno de ellos haya escapado, entonces todo lo que capturas desde ese momento tendrá un mínimo de 4 IV perfectos, lo que garantiza mejores estadísticas del Pokémon al subir a niveles altos. Pasar de esos 4 IV perfectos a conseguir uno con las 6 es cosa de suerte y dedicación, pero en la práctica resulta mucho más ameno que estar eclosionando cientos huevos mientras corres en bicicleta. Si quieres un “Pokémon perfecto”, puedes conseguirlo con mucha más entretención de por medio, y de paso entrenando a tu equipo. Complementemos esto con una forma realmente satisfactoria de conocer cuáles son los IV de nuestro Pokémon, una opción que se puede desbloquear a la mitad del juego y que te permite saber con exactitud saber sus estadísticas de manera clara desde el menú y sin tener que recurrir a software de terceros. Muy bien Gamefreak aquí.
Si esa no fuera motivación suficiente, está lo del Pokémon variocolor, ya que una racha de 31 también te aumentará las chances de que ese Pokémon salga con esa rareza. Y a diferencia del Pokémon Go, acá puedes saber si el Pokémon es variocolor antes de enfrentarte a él, por lo que ocupar tu tiempo en rachas de seguro será de lo más vaciante que tiene este juego, especialmente luego de haber completado el modo historia.
Un agradable modo historia que carece de contenido post Liga
Pokémon siempre se ha caracterizado por entregarnos una historia infantil y que no arriesga mucho entre versiones. Como estamos ante el remake del Pokémon Amarillo era de esperar que se mantuviera fiel, y me consta que hicieron un gran trabajo. No jugué ese juego, por lo que no tengo esa experiencia como para compararlos, pero el espíritu de la franquicia se siente intacto, sólo que con un tono bastante más agradable de lo que esperaba. Este juego toma la base del animé original, como el equipo Rocket clásico, y te arma una historia que va emparentada con variados momentos que pudimos ver en la serie. Esta suma de momentos logran volverse memorables pese a su simpleza gracias a una banda sonora hermosa, aunque con algunos puntos más altos que el resto, llevándonos inevitablemente al bello y profundo arco de ciudad Lavanda, donde el Cubone y su madre fallecida nos entregan de lo mejor que ha visto la franquicia en cuanto a carga dramática.
El resto de la historia busca que te enfrentes a los malvados planes del equipo Rocket, de paso ganar las medallas de gimnasio para ir a la Liga, pero siempre fomentando la amistad con tu compañero de aventuras. Ese es el principal foco de atención de este juego, por sobre la rivalidad, y eso se demuestra con un tu clásico rival, quien está lejos de mostrar algo de rencor, o incluso con mismísimo jefe del equipo Rocket. La historia siempre fomenta las buenas emociones y que el sentido de la aventura nunca deje de ser una experiencia disfrutable, especialmente para el público infantil, y todos los cambios estéticos, jugables y sonoros que propone este Pokémon Let’s Go van en la dirección correcta con miras a ese objetivo.
Pasar al contenido post liga me genera sensaciones diferentes, ya que es algo precario, al menos en comparación a lo que es la franquicia el día de hoy. Puede que sea fiel al original, pero si el juego se las arregla para añadir cosas nuevas, como las megaevoluciones, podrían perfectamente haber añadido una Torre Batalla, o algo parecido. La motivación para atrapar sigue, porque luego de completar la liga aparecen los llamados “Entrenadores Maestros”. Se trata de 151 entrenadores repartidos por toda la región de Kanto y quienes sólo tienen un Pokémon, por cada especie presente en la Pokédex, y para enfrentarlos sólo puedes hacerlo con ese mismo Pokémon. Son muy fuertes, ya que sus Pokémon están por encima del nivel 65, lo que te motiva no sólo a capturarlos a todos, sino que a entrenar cada especie para hacerle cara a cada Entrenador Maestro y ser un verdadero “Maestro Pokémon”. Es un interesante añadido, pero por otro lado no hay ninguna forma de probar a un equipo competitivo contra algo realmente desafiante, más allá de volver a pasar la Liga una y otra vez. Tampoco hay combates contra entrenadores online que no sean tus amigos, lo que es decepcionante.
La conexión con Pokémon Go y la Poké Ball Plus
Además de toda la influencia de Pokémon Go en los modos de captura, Gamefreak se la jugó apostando por que sea posible el intercambio de tus Pokémon desde el juego para móviles de Niantic hacia la consola de Nintendo. Realizarlo es sencillo y se parece a los antiguos Parque Compi, y tal como en los juegos antiguos, no puedes volver tus Pokémon transferidos desde la Switch de vuelta a Pokémon Go. Sobre qué pasa con el nivel del Pokémon, sus ataques y el IV hay una fórmula interna que se encarga de hacer la convención para que el Pokémon pueda ser usado en combates clásicos, pero podemos asegurarnos que si tenemos un Pokémon con buenos IV en uno, eso también se traspasa, con la excepción de la velocidad que se elije al azar. Los Pokémon variocolor también mantienen su condición en el Let’s Go, ganando un valor distinto en la consola del Nintendo al poder verlos con gran detalle al usarlos como tus compañeros de viaje.
De la Poké Ball Plus no puedo decir tanto. Mi impresión inicial comenzó siendo muy buena por lo genial de su concepto y a nivel de diseño, pero luego de un rato me agotó el hecho de que moverte y pulsar «A» resultaba menos agradable que con el Joy-Con debido a que su botón no era lo suficientemente suave. Puede que para algunos no sea una dificultad, y definitivamente es un accesorio muy bien pensado para los más fans de la franquicia, ya que se ilumina y emite sonidos tal como en el mundo virtual. Lo que sí, es reprochable la jugada de Gamefreak de obligarte a pagar 50 dólares extra si quieres tener a Mew en el juego, ya que con la Poké Ball Plus es la única forma de tenerlo. No sorprendería que lo regalen en eventos futuros, pero por ahora refleja lo peor de la industria moderna. En especial porque si quieres ganar el título de «Maestro Pokémon» luego de pasar la Liga necesitas de Mew.
¿Es un paso adelante?
Mis sensaciones finales son positivas, Pokémon Let’s Go es definitivamente un paso hacia adelante en la franquicia, pese a que sea un juego mejorable en hartos sentidos. Es evidentemente un título más casual de lo esperado por los más exigentes. Conseguir buenos IV y shinys es relativamente sencillo, no hay crianza, ni habilidades, ni objetos de combate (sólo pociones). Tampoco existen los PC ya que toda la gestión de lo que capturamos se acumula en nuestra bolsa. Y el poco contenido post liga para poner a prueba tu equipo favorito le quita puntos. Pero está claro que Let’s Go no quiso tirar todo a la parrilla, y se está guardando bastante para la octava generación, la que debiera llegar el próximo año. Lo importante es que hay bastantes cosas de este juego que aportan bastante diversión y restando frustraciones innecesarias a estas alturas.
Si me preguntas a mí, los añadidos de eliminar lo aleatorio de los Pokémon salvajes, o las facilidades para mejorar las estadísticas de nuestro equipo son cosas que deberían mantenerse a futuro. Igualmente, que exista la posibilidad de que un Pokémon te acompañe al lado durante todo momento es de lo mejor que tiene el juego, sería una lástima que quedara reservado sólo para esta edición, más aún considerando la cantidad de especies que existen en el horizonte. Pero es también fundamental que en la saga principal vuelvan las habilidades, los huevos y todos esos detalles que extrañamos. Tomar una postura acerca del sistema de captura, sobre si sería adecuado mezclar el combate clásico con este lanzamiento activo de la Poké Ball, o si eliminarlo por completo como en los antiguos y desaprovechar las posibilidades de la Nintendo Switch es una discusión que va a seguir. Pero al menos tenemos opciones factibles de seguir revitalizando una franquicia que siempre le costó proponer cosas frescas, probablemente una de las mejores cosas que nos está dejando Pokémon Go.
Río Cinéfilo 